El derecho a la alimentación está reconocido en la Declaración Universal de Derechos Humanos, documento proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948.

El acceso a una alimentación adecuada constituye, desde antes de nacer, un derecho fundamental para promover el desarrollo social y económico de un país. Su cumplimiento exige no sólo la disponibilidad de alimentos en cantidad y calidad suficientes para satisfacer las necesidades de las personas, sino también su obtención respetando factores culturales locales, sociales, económicos, climáticos y ecológicos del entorno, que no dificulten el cumplimiento de otros derechos humanos.

Sabemos que el cuidado de las personas en las etapas iniciales de la vida fomentando, entre otros, una alimentación saludable (lactancia materna eficaz…), previene la aparición de enfermedades y es fundamental para disfrutar de una buena calidad de vida en la etapa adulta. Los inicios de la vida constituyen un periodo esencial para garantizar un desarrollo físico, mental y social adecuados.

ELEVADA DESNUTRICIÓN INFANTIL

Pobreza y desnutrición van de la mano por el mundo. En algunos países la población tiene dificultades para alcanzar una alimentación saludable e ingerir los nutrientes suficientes para cubrir sus necesidades básicas. Es el caso del municipio de Caripuyo, en la zona andina de Bolivia, en el que viven más de 2.200 familias. Cerca del 90% de su población está en situación de pobreza y la desnutrición infantil es alta. (1)

Hablamos de desnutrición, un tipo de malnutrición, cuando el cuerpo ingiere una cantidad de calorías y nutrientes inferior a la necesaria. En un primer momento, el cuerpo empieza a consumirse perdiendo grasa y luego músculo. Cuando este hecho se prolonga en el tiempo, hablamos de desnutrición crónica. Se empieza a producir un retraso en el crecimiento que, en los primeros años de vida, conlleva un mayor riesgo de tener enfermedades y provoca consecuencias irreversibles en el desarrollo motor, función cognitiva y bajo rendimiento escolar, disminuyendo así las oportunidades económicas en la vida adulta y exponiéndolos a peores condiciones de salud. (2)

En Bolivia, el 53,7% de los niños y niñas menores de cinco años sufre de anemia y el 24% presenta desnutrición crónica en las áreas rurales, según la Encuesta de Demografía y Salud 2016. A esto se une un rápido ascenso de los niveles de obesidad y sobrepeso en las áreas urbanas, que hacen que Bolivia figure entre los países con más sobrepeso y obesidad de Latinoamérica (3). Durante los últimos años se han desarrollado diferentes acciones que tienden a mejorar la salud integral y el estado nutricional de las niñas y niños, con especial atención en la lactancia materna y especial incidencia en la población más desfavorecida, de menores de dos años.

PROYECTO FINANCIADO POR EL AYUNTAMIENTO DE PAMPLONA

Medicusmundi, con la financiación del Ayuntamiento de Pamplona, apoya un proyecto de mejora de la nutrición infantil en la región de los andes bolivianos. El proyecto “Desnutrición Cero y Alimentación Saludable, a través del Desarrollo Económico Local en el municipio de Caripuyo” pretende consolidar la apuesta de esta localidad por la desnutrición cero y el fomento a una alimentación saludable, aprovechando los recursos existentes de la zona y la cooperación público-privada, bajo un enfoque de Desarrollo Económico Local.  Entre algunas de sus acciones coordinadas con el personal de salud local, además del fomento de la lactancia materna, identificación de menores en situación de riesgo nutricional y campañas de promoción para una alimentación saludable, apoya el emprendimiento local de la Kallpawawa. Consiste en la elaboración de un complemento alimenticio para menores de entre 6 y 24 meses, hecho con una mezcla de productos locales de alto valor nutricional (maíz, trigo y arveja) y su complemento proteínico, charque de llama (1).  

Este proyecto, realizado en el periodo comprendido entre enero de 2020 y diciembre de 2022, consolida el compromiso del municipio de Caripuyo por la desnutrición cero y el fomento a una alimentación saludable, aprovechando los recursos existentes en la zona.

La propuesta apuesta por el derecho a una alimentación adecuada para todas las personas, todas las culturas y todos los pueblos y se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Más información sobre el proyecto en: https://lasaludunderecho.es/recursos/recursos-sensibilizacion/alimentacion-saludable/

 

Luisa Iribarren López
Enfermera. Voluntaria en Medicus Mundi Navarra-Aragon-Madrid (MM NAM).

 

 

Bibliografía

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