Las reclamaciones que realiza el Sindicato Médico de Navarra (SMN) se caracterizan últimamente por ir acompañadas de un ataque directo a las enfermeras. Da la sensación de que para poner en valor las demandas de los médicos fuera necesario echar por tierra el trabajo o los logros de las enfermeras.

Sirva como ejemplo la información difundida por el SMN recientemente en la que afirma que, en atención primaria, Navarra tiene la segunda peor tasa del país en cuanto a médicos por habitante. Para justificar este dato, ofrecen una comparativa entre la ratio de enfermeras por mil habitantes (8,61), que, recalcan, es la mayor del país por encima incluso de la media europea, frente a los 83,9 médicos de atención primaria por cada cien mil habitantes, que supone la segunda ratio más baja por comunidades autónomas.  Como se suele decir, no hay peor mentira que una verdad a medias.

«Se comparan datos que no tienen nada que ver: enfermeras totales en Navarra con médicos solo en Atención Primaria».

En la misma fuente de datos oficial de la que han extraído la información sobre la ratio de enfermeras en Navarra, que como bien indican es de 8,61 por mil habitantes, está el dato de la ratio de médicos, que en Navarra es de 5,43 por mil habitantes. Pero curiosamente no utilizan esta cifra y en su lugar se da la ratio solo de los médicos en Atención Primaria, comparando por lo tanto datos que no tienen nada que ver: enfermeras totales en Navarra con médicos solo en Atención Primaria.  ¿Por qué no se da la misma cifra para los médicos? Muy sencillo, porque si bien es cierto que la cifra de 8,61 enfermeras por mil habitantes está muy cerca de la media europea, no es menos cierto que los 5,43 médicos por mil habitantes superan con creces los 3,8 de la media europea. Únicamente 3 comunidades autónomas tienen mejores ratios de médicos. Por lo tanto, es mejor no dar esa cifra y dar otra.

Pero más allá de este ejemplo concreto en el que se demuestra otro intento de desinformación al comparar condiciones de médicos y enfermeras que, por desgracia, se está dando con frecuencia últimamente, existe de fondo una idea siempre peligrosa en cualquier ámbito de la vida y es dar por válido lo que ha existido hasta ahora. ¿Nuestro sistema navarro de salud tiene que seguir teniendo el mismo número de médicos que tenía? ¿Y el mismo número de enfermeras? ¿Tenemos que seguir realizando los mismos “actos asistenciales” que hasta ahora? ¿Son los médicos quienes tienen que decir cuántos profesionales necesitamos en Navarra? Me temo que no.

Lo que debe determinar el modelo de atención sanitaria que queremos y, en consecuencia, el número de profesionales necesario para ese modelo, son las necesidades de los ciudadanos. Estamos hartos de oír cómo nuestra población envejece, cómo cada vez hay más pacientes con enfermedades crónicas, dependientes, a los que nuestro sistema debe enfrentarse de la mejor manera posible. Justamente, la evidencia indica que el sistema sanitario más eficiente será aquel que consiga que los ciudadanos acudan al médico lo menos posible. ¿Y eso cómo se hace? Pues promoviendo actividades de prevención y promoción de la salud, dando apoyo domiciliario a los cuidadores de personas dependientes, enseñando a los pacientes a manejar sus enfermedades, a llevar hábitos de vida saludables, a autogestionar su enfermedad y, en definitiva, promoviendo la labor de las enfermeras, que son las profesionales que llevan a cabo todas esas actividades.

«Lo que debe determinar el modelo de atención sanitaria que queremos y, en consecuencia, el número de profesionales necesario para ese modelo, son las necesidades de los ciudadanos».

Por eso, si volvemos a las cifras de médicos y enfermeras de los distintos sistemas sanitarios, veremos cómo en nuestro continente, los países desarrollados con buenos sistemas sanitarios se basan en incrementar el número de enfermeras, de forma que la denominada “ratio enfermera/médico” en Reino Unido es de 2,91 enfermeras por cada médico, en Francia es de 3,51 y en los países nórdicos oscila entre 3,87 y 6,25. En nuestra Comunidad es de 1,58 enfermeras por cada médico. Por lo tanto, si quisiéramos incrementar el número de enfermeras en nuestro sistema para acercarnos a ratios más adecuadas, ¿estaríamos sustituyendo médicos por enfermeras (como también se ha afirmado últimamente)? Pues no. Estaríamos apostando por un sistema sanitario más eficiente, menos médico-centrista y más volcado en las necesidades de nuestros ciudadanos.

En la universidad formamos enfermeras y enfermeros altamente competentes que luego no son aprovechados en todo su potencial en el sistema sanitario. Será imprescindible por lo tanto que cualquier reforma del modelo de atención sanitaria pase por una mayor y mejor utilización de nuestras enfermeras. Esto es compatible con el apoyo a muchas de las reclamaciones de nuestros compañeros los médicos, pero creo que el Sindicato Médico de Navarra no ha elegido la estrategia más adecuada para que todos podamos sumar.

 

Leticia San Martín Rodríguez
Vicepresidenta del Colegio Oficial de Enfermería de Navarra

(Artículo publicado en la sección de Opinión de Diario de Navarra el 7 de noviembre de 2021)

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