Soy enfermera y colaboro con Cruz Roja en la Unidad de Respuesta a Emergencias (ERU). Pertenezco a la Unidad Clínica de Emergencia, que provee asistencia básica de salud, preventiva y curativa en situaciones de emergencia a una población de hasta 30.000 personas, atendiendo necesidades de:
- Atención básica ambulatoria, aplicando siempre tratamientos y medicamentos acordes a los criterios marcados por la Organización Mundial de la Salud. Con disponibilidad de 10 camas de observación, ampliables hasta 20. Así como atención de partos sin complicaciones y servicios preventivos.
- Promoción y Educación para la Salud.
- Vigilancia Epidemiológica y Nutricional.
El equipo humano de esta ERU está compuesto por personal sanitario (Medicina, Enfermería y Farmacia) y no sanitario (Especializado en el mantenimiento de instalaciones y estructuras) y siempre trabajamos con la Cruz Roja o Media Luna Roja local. Ellas son quienes ante un desastre solicitan ayuda internacional, siendo esta colaboración fundamental, no sólo porque tienen el idioma, la cultura local y conocen mejor el entorno, sino porque nuestro objetivo es hacerles más fuertes y con más capacidad de respuesta y afrontamiento en el caso de una futura emergencia.
LA IMPORTANCIA DE IR DENTRO DE UNA ESTRUCTURA
Es importante ir dentro de una estructura, sea una ONG o de otro tipo; esto facilita que el trabajo se encuadre en la respuesta general que se esté dando y en las necesidades identificadas. De otra manera, se pueden diluir los esfuerzos y que la ayuda sea menos.
Nuestro trabajo no es sustituir o cambiar los sistemas de salud, el objetivo es suplirlos si han sido dañados hasta que puedan volver a trabajar y funcionar de nuevo. Por eso, no puedes ir con idea de imponer tu manera de trabajar: es vital adaptarse al contexto cultural, al idioma y a la situación.
Pero no todo vale, como personal de Cruz Roja hay unas normas que hay que cumplir, acuerdos como el Código de Conducta o el Proyecto Esfera, que nos marcan estándares de calidad que deben ser aplicados y líneas rojas que nunca deben ser pasadas.
Todo este trabajo, en general la Ayuda Humanitaria, no se improvisa. Hay un trabajo previo muy importante de preparación, tanto de personal como de equipamiento. No sólo importan los conocimientos técnicos, sino también habilidades, capacidades, comprensión de contextos diferentes… Yo llevo mucho tiempo formándome. Todos los años hay cursos de reciclaje y encuentros donde se comparten las novedades y experiencias.
TRABAJO PROFESIONAL IGUAL DE EXIGENTE
No se debe idealizar nuestro trabajo, se trata de un trabajo profesional tan exigente como en casa, realizado en condiciones de vida y de trabajo diferentes. Hay muchas veces que ni la situación ni el trabajo son como piensas o como tú quieres, y dentro de ese marco hay que adaptarse y trabajar de la mejor manera posible. Por eso, la capacidad de tolerancia a la frustración es determinante.
Para colaborar en una emergencia, trabajar “in situ” no es la única forma ni la más importante. Todo el mundo puede colaborar, puesto que la donación de dinero es fundamental para conseguir que el trabajo se realice. Tras un desastre, lo primero que se necesita en el lugar afectado es dinero, para que los equipos locales de salud puedan hacer compras de material, contratar personal, alquilar vehículos… Posteriormente, puede o no que soliciten apoyo de personal cualificado, pero esa ayuda de personal tiene que partir de una petición local y la respuesta debe ser acorde a lo que se ha solicitado, de otro modo podemos convertirnos en un estorbo. Porque no somos “salva-mundos”, somos una aportación en su proceso de cambio.
Nerea Oteo García
Enfermera. Unidad de Respuesta a Emergencias de Cruz Roja (ERU, Emergency Response Unit)
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