¡Lo prometido es deuda! En esta segunda reseña intentaré dar respuesta breve a algunos de los interrogantes que se plantean cuando hablamos de la Enfermería de Práctica Avanzada (EPA) y de su implementación, para completar así la introducción a esta figura profesional.

 

¿POR QUÉ SURGE LA ENFERMERÍA DE PRÁCTICA AVANZADA A NIVEL MUNDIAL?

La Enfermería de Práctica Avanzada surge para dar respuesta a múltiples desafíos de la sanidad en las sociedades modernas. Entre ellos podemos destacar una creciente demanda de asistencia sanitaria cada vez más compleja y cambiante, la presión sobre los recursos disponibles para responder a esta demanda y la exigencia de la sostenibilidad del sistema sanitario. Por último, y no menos importante, el apremio y exigencia de la opinión pública sobre la calidad de los servicios sanitarios prestados, y la eficacia de los propios profesionales que proporcionan esos servicios.

En un mundo globalizado, el sistema sanitario no es inmune a los ingentes cambios que conlleva el progreso, como tampoco lo son los profesionales de la salud y los usuarios del sistema. Los “pacientes” han cambiado, y lo seguirán haciendo en el futuro, y también han cambiado sus necesidades de salud, cada vez más complejas.

Del mismo modo, y en paralelo, la profesión de Enfermería y las enfermeras también hemos cambiado. Como dice Pablo Neruda en uno de sus poemas “…nosotros los de entonces ya no somos los mismos..”

Así es, la disciplina enfermera, en la Universidad, ha conseguido un completo desarrollo académico, lo que sin duda ha influido positivamente en su desarrollo profesional. La Enfermería ha evolucionado de un modelo exclusivamente vocacional de formación/aprendizaje, a un modelo profesional que pone énfasis en la responsabilidad, la autonomía de pensamiento y de acción, y el desarrollo de funciones propias.

Todo lo expuesto anteriormente sustenta que el sistema sanitario y sus profesionales tienen que evolucionar para dar respuestas innovadoras a estas nuevas necesidades de la población y que, sin duda, van más allá del ámbito de la medicina tradicional y del modelo biomédico imperante.

Pero… ¿Somos capaces los profesionales de la Sanidad de dar respuesta a estas demandas? ¿Las enfermeras estamos preparadas para hacerlo?

 

¿QUÉ ES LA ENFERMERÍA DE PRÁCTICA AVANZADA?

Durante los años 90 y 2000, varios teóricos se dedicaron a desarrollar y explicar las características de la EPA e identificaron aspectos que forman parte de “su esencia”

Se trata de una práctica clínica de Enfermería “experta” con un enfoque especializado, que utiliza un conocimiento avanzado de la disciplina, la experiencia clínica y la investigación con el fin de obtener resultados óptimos e influir directamente sobre los usuarios, otros profesionales y las organizaciones sanitarias.

La EPA articula todos sus saberes en la práctica clínica directa como eje central, pero tiene como valor añadido el desempeño, de otros roles- educador, consultor, investigador, colaborador- a través de su liderazgo clínico. Estas circunstancias convierten a la enfermera de rol avanzado en el profesional idóneo para hacer frente a las situaciones dinámicas y complejas de la atención sanitaria actual.

 

¿LA ENFERMERA DE PRÁCTICA AVANZADA ES UNA SUSTITUTA DEL MÉDICO ANTE LA ESCASEZ DE ESTOS PROFESIONALES?

Mi respuesta es un no rotundo. Es obvio que uno de los factores que influyeron en su aparición, en algunos países, fue la escasez de médicos. La EPA asumió, en algunos contextos y entre sus múltiples funciones clínicas, el diagnóstico y la prescripción. Esto conllevó preocupación en algunas corrientes de pensamiento, que temían que la EPA se alejará de la Enfermería y escorará hacia un enfoque de sustitución del médico.  Ante estos argumentos, es importante señalar que el diagnóstico y la prescripción son meras herramientas clínicas del trabajo de la EPA, pero en ningún caso son las características, ni definitorias ni esenciales de la Enfermería de Práctica Avanzada.

 

 ¿CUÁLES SON LOS RETOS EN LA IMPLEMENTACIÓN DE LA FIGURA DE PRÁCTICA AVANZADA EN ESPAÑA?

La implementación de la EPA en nuestro país supone retos políticos, legislativos  y educativos.

Es requisito indispensable elaborar una legislación que regule la figura de la EPA, definir los nuevos perfiles de práctica avanzada, así́ como regular el proceso y la integración de la EPA en el Sistema Sanitario Español.

Por otro lado, necesitamos centrar la mirada en la formación académica de futuras enfermeras de práctica avanzada. Debemos desarrollar y proponer estrategias educativas universitarias regladas, que conduzcan a un desarrollo óptimo de las habilidades clínicas, conocimientos y visión para el desempeño de la EPA.

 

PUNTOS PARA LA REFLEXIÓN

El presente y el futuro del desarrollo e implementación de la figura de la EPA en nuestro contexto conlleva necesariamente un tiempo de reflexión y una serie de preguntas que deben ser consideradas: ¿Qué perfiles de práctica avanzada queremos? ¿Podemos implantar la práctica avanzada sin tener definidos los distintos perfiles enfermeros? ¿Debemos implantar la figura de la EPA sin un marco legislativo previo? ¿Cuáles son los requisitos, formación y acreditación para trabajar como EPA?

Y lo que es más importante, como disciplina y profesión, ¿qué proyecto profesional queremos para la Enfermería en España?

 

Dra. Navidad Canga Armayor
Directora del Máster en Práctica Avanzada y Gestión en Enfermería.
Facultad de Enfermería. Universidad de Navarra.

 

Entrada relacionada: Introducción de la Enfermería de Práctica Avanzada en el sistema de salud español (I)

 

Fotografía: Ariadna Creus y Àngel García (Banc d’Imatges Infermeres)

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